Entender la comunicación como oportunidad de encuentro con el otro, plantea una amplia gama de posibilidades de interacción en el ámbito social,
porque es allí donde tiene su razón de ser, ya que es a través de ella como las personas logran el entendimiento, la coordinación y la cooperación que posibilitan el crecimiento y desarrollo de las sociedades.
Las relaciones que se dan entre los miembros de una organización se establecen gracias a la comunicación; en esos procesos de intercambio se asignan y se delegan funciones, se establecen compromisos, y se le encuentra
sentido a ser parte de aquella. ¿De qué otra manera se predicen e interpretan comportamientos,
se
evalúan y planifican estrategias que movilicen el cambio, se proponen metas individuales y grupales en un esfuerzo conjunto, de beneficio común, si no es a través de una comunicación motivada,
consentida y eficaz?
De las innumerables definiciones de comunicación, la de la Real Academia Española –RAE‐ goza de bastante
amplitud. Comunicar es "formular o intercambiar pensamientos, opiniones o información de palabra, por escrito o a través de signos". Cualquiera que sea la definición elegida precisará
de observaciones clarificadoras que puntualicen los siguientes aspectos:
- Que la comunicación no es una faceta incidental de la vida, sino una función continua y esencial.
- Que, por tanto, no siempre es consciente, ni racional.
- Que, biológicamente hablando, el estudio del origen y evolución de la comunicación no se restringe a la capacidad de producir y entender palabras significativas.
Hay comunicación verbal y comunicación no verbal1
Ver el Mapa Conceptual de la figura No. 1.
Los
docentes hoy en día y con fundamento en mucha información, consideramos que la comunicación no se define bajo un solo
horizonte, puesto
que la comunicación es una
actividad propia del ser humano.
Por esta razón adoptamos para este texto la siguiente
definición: “Es una actividad inherente a la naturaleza
humana que implica la interacción y la puesta en común de mensajes
significativos, a través de diversos canales y medios para influir, de alguna manera, en el comportamiento de los demás y en la organización y desarrollo de los sistemas sociales. Se considera
a la comunicación como un proceso humano de interacción de lenguajes que se encuentra
más allá del traspaso de la información.
Es más un hecho sociocultural que un proceso mecánico”2
La
comunicación es uno de los factores
fundamentales en el funcionamiento de las organizaciones sociales, es una herramienta, un elemento clave en
la organización y juega papel
primordial en el mantenimiento de la Institución Educativa. Su actividad es posible gracias
al intercambio de
información entre los distintos niveles
y posiciones del medio;
entre los miembros se establecen patrones típicos de comportamiento comunicacional en función de variables sociales; ello supone que cada persona realiza un rol comunicativo específico.
La comunicación cumple una serie de funciones dentro de la sociedad como: proporcionar información de procesos internos,
posibilitar funciones de mando, toma de decisiones, soluciones de problemas, diagnóstico de la realidad. El término función alude a la contribución de una actividad respectiva, a fin de mantener la estabilidad o el equilibrio. En este caso, el término función se refiere
a lo que una organización
realiza o logra
mediante la comunicación3
En
este punto, se hace
necesario una aclaración entre lo que significa información y la comunicación, con el
fin de avanzar en los elementos pertinentes para el desarrollo de este texto. Según Dimitri
Weiss la información
consiste simplemente en que un emisor emite conocimientos
estructurados a un receptor. La dirección
de los datos, en el caso de la información, produce
en un solo sentido. El receptor por este motivo,
se considera siempre como un sujeto pasivo frente
a la información4
La comunicación
entre tanto, consiste en intercambios
de
información con el objetivo de modificar el comportamiento de las personas u
organizaciones e instituciones
o de la sociedad en general.
La comunicación se produce en una multiplicidad de sentidos dado que cada receptor
del mensaje se transforma a su vez en productos de nuevos y variados
mensajes. La comunicación
es fundamental para establecer buenas relaciones
humanas, sin embargo, esta se ve afectada ya requiere
el entendimiento mutuo del emisor.
La comunicación es eficaz solo cuando la persona que recibe (receptor) el mensaje lo entiende en los términos de la persona que lo envía (emisor). Confabulan contra una buena comunicación factores tales como: Diferencias culturales, métodos
de comunicación, lenguaje y diferencias
de percepciones de cada persona.
Se
logra una comunicación verdadera si estamos interesados en el lenguaje
de la otra persona, de tal forma que esta se puede expresar libre y sinceramente,
si escuchamos atentamente y observamos con conciencia
y somos capaces de
ponernos en
el lugar
del otro. Solo entonces estaremos estableciendo las bases
de una buena comunicación.
Para
el ser humano es fundamental disfrutar
de relaciones humanas armónicas. En efecto todo el mundo sabe muy
bien lo satisfactorio y placentero que es el contar con buenas relaciones humanas y de la tragedia que significa no tenerlas. El no tener buenas relaciones
humanas trae muchos conflictos
a las personas en el trabajo en la escuela
y hasta en vivencia de las familias.
Por
otra parte la eficiencia, productividad de una instituciones u organización, tienen
como factor de primera
importancia la constitución de equipos y
personas con conocimientos sobre comunicación y que su aplicación de la misma sea excelente. Esto ayuda al bienestar de la organización,
tanto a nivel económico
como al nivel de comunicación de las personas,
porque en ambientes conflictivos y con discordia sucede precisamente lo contrario.
Otro
factor muy importante es el caso en que posiblemente
no
haya relaciones adecuadas al interior de la Institución o de la familia si no hay una buena comunicación. Hay que entender que la comunicación es el proceso
en el cual se trasmiten
y se reciben diversos datos, ideas y actitudes
que constituye la base para el entendimiento o acuerdo
común.
De
los diversos conceptos existentes sobre comunicación, esta se
puede entender como un
intercambio,
interrelación, como diálogo, como vida en sociedad, todo ello relacionado indiscutiblemente con las necesidades productivas del hombre y no puede existir
sin el lenguaje.
Comunicación es pensamiento
compartido y no puede
existir pensamiento sin palabra. Comunicación proviene de la palabra latina Communis,
que significa común, por
tal motivo al comunicarse, se trata de establecer una comunidad con alguien.
A través de símbolos
(gráficos o verbales) se emite un mensaje por medio de un canal hacia un receptor, en un esfuerzo por compartir la información. Este mensaje debe incluir códigos que sean comunes
tanto al emisor como al receptor para que el objetivo del acto de emisión del mensaje se cumpla, o sea, para hacer eficaz la comunicación.
Puede entenderse la
forma por la cual existen y se desarrollan relaciones humanas; es decir, todos los símbolos de la mente
junto con los medios
para trasmitirlos a través
del espacio y preservarlo en el tiempo.
La
comunicación puede tener dos clasificaciones
fundamentales, así:
- Como el proceso de intercambio de información. Constituye un reflejo, más o menos fiel de la realidad. Abarca documentos impresos, videos, fotografías, un disco magnético (cualquiera que sea su contenido) etc. Incluye el traslado físico de soportes como periódicos, revistas, fotos, discos compactos o casettes). Una información interviene en comunicación cuando el mensaje además de ser significativo para el sujeto, propicia un cambio de actitud definitiva o temporal.
- La comunicación social. Donde lo primario no es lo físico, sino los procesos intelectuales para hacer llegar la información hasta las personas receptoras. A través del proceso de comunicación social se trasmite el resultado de la actividad de los hombres y desde sus orígenes posibilitó la transmisión de ideas, pensamiento y experiencias vividas, pero también de los conflictos, necesidades y las aspiraciones de los hombres.5
1.1. Clasificación de la comunicación. Son múltiples y variadas las formas en que se ha clasificado la comunicación humana, permitiendo que la misma sea bien estudiada
por verdaderos equipos de personas y especialistas que se han dedicado toda
una vida para hacernos comprender que
significa la comunicación, sus componentes, su utilidad y sobre todo la aplicación en diferentes momentos y actividades de la vida diaria. Una cosa es la comunicación entre los
médicos, los ingenieros y otras
disciplinas que utilizan
códigos especializados y el
resto
de la población.
Para
efectos del desarrollo del texto, inicialmente y tal como se muestra en el mapa conceptual de la figura No.1,
la primera clasificación se puede dar en los siguientes términos: Oral y No Oral. Esta clasificación también es conocida
como lingüística y no lingüística6
La comunicación oral o lingüística es una característica propia del ser humano y uno de los factores más importantes de la tarea de "humanización". Esta clase de comunicación ha ido evolucionando, adaptándose a las
necesidades del hombre. Hoy en esta época se puede lograr una comunicación
de diversas maneras, según la situación en la cual una persona o grupo de personas se encuentren.
Los seres humanos sentimos la necesidad de comunicarnos con nuestros semejantes y para ello, hemos desarrollado un complejo sistema
de comunicación que trasciende el esquema simple de estímulo
y respuesta. Ese complejo sistema de comunicación producido por el hombre no tiene, por supuesto, un carácter
exclusivamente lingüístico. Es más, se ha estimado que en una conversación entre dos interlocutores sólo el 35% del mensaje se realiza en palabras, mientras que el 65% restante es comunicación no verbal.
Sin
embargo, no por esto podemos dejar de reconocer que el lenguaje verbal es la forma básica de actividad
comunicativa humana. El lenguaje articulado es el modo de comunicación
más completo de cuantos dispone el hombre.
Por
lo tanto, para el desarrollo de esta temática,
queremos advertir, en primer lugar, que nos limitaremos
a la
comunicación lingüística y, en segundo lugar, que vamos a partir del supuesto de que la comunicación es la función primaria del lenguaje.
Recordemos que la comunicación
lingüística es la actividad
por medio de la cual,
haciendo uso de los signos de una lengua, construimos un mensaje
con la intención7 de alcanzar un objetivo o un propósito fijado de antemano. También sería bueno que no olvidáramos que la comunicación
es producto de la naturaleza social del hombre y que,
como tal, se fundamenta en la facultad semiótica o función simbólica.
En el Mapa Conceptual de la figura No. 2, se muestran las características de la comunicación oral o lingüística y
que
permite concluir que comunicación verbal es aquella que utiliza la palabra, oral o escrita, como vehículo del intercambio de información
entre dos o más personas. El lenguaje verbal es producto de un contexto que abarca otros
sistemas de comunicación y que da
sentido a los signos verbales que se
inscriben en él. En cambio
la
comunicación no verbal se entiende aquella que trasciende la palabra hablada o escrita8, como se basa en analogías evidentes constituye un lenguaje intercultural por encima de razas y grupos
sociales. La denotación no verbal permite expresar de forma simultánea acontecimientos sucesivos y es excelente para indicar la temporización y la coordinación en tiempo presente, aunque resulta inadecuada para describir el tiempo pasado.
1.2. Comunicación e Información. Teniendo en
cuenta la estrecha relación que guardan,
es necesario hacer una distinción entre comunicación e información, ya que son conceptos que se confunden con frecuencia, tal vez
porque el primero incluye el segundo. En
términos generales, la comunicación se define como una
transferencia de información
de un emisor a un receptor. Pero la comunicación no es sólo un proceso de transferencia de información, sino un proceso constructivo
que se desarrolla en
el
tiempo y en
el que todos los
interlocutores están implicados.
En cambio, si situamos la información en el plano representativo, podemos definirla como
el
proceso
de recolección, acumulación y registro de datos provenientes de un mundo considerado objetivo.
En este sentido,
este proceso incluye un sujeto que se informa y un objeto sobre el
cual se informa.
Durante los años 30 y 40, se generalizó
un modelo estándar de la comunicación. Este modelo, influenciado por la psicología conductista, concebía
el proceso de la comunicación
como un “canal”,
es decir, entendía
el proceso como una simple descodificación,
por parte de un destinatario, del mensaje codificado enviado por un emisor.
Este modelo, sin lugar a dudas,
no se ajusta a la realidad de las cosas; puesto que el acto de comunicación humana no consiste simplemente
en descodificar un mensaje. Un computador codifica y descodifica sin inmutarse, pero no así los seres humanos.
El modelo estándar convertía
al destinatario en una máquina pasiva y
muda que se limitaba a descodificar.
Se propuso luego un modelo que tenía más en cuenta las intenciones del
hablante, un modelo que destacaba la existencia de un feedback o señal retorno producida por el destinatario:
un
modelo interactivo. Analógicamente podría compararse con un juego de tenis, en el que el mensaje pone de manera alternada
a interactuar a los participantes. Parece que este modelo aún no acentúa de modo suficiente el papel del destinatario. Se avanzó, entonces, hacia
un
modelo dialógico, circular, que insiste en
dos situaciones: la primera, en que el destinatario no se comporta como un receptor pasivo del mensaje sino que lo interpreta y, la segunda, en
que los interlocutores son al mismo tiempo (y no en momentos diferentes) emisor y destinatario.
Tanto en el modelo interactivo como en el modelo dialógico, la comunicación se considera un proceso bidireccional
y recíproco. Así entendida, la comunicación
trasciende la transmisión de pura información. Por el contrario, desde el punto de vista de la acción que un sujeto ejerce sobre un objeto, la información
se considera un proceso unidireccional
y no recíproco9
De esta manera se puede decir que la información complementa la comunicación,
pues lo que se comunica es información
en los mensajes, con lo que la comunicación da un paso más en las relaciones entre las personas por cuento provoca
comportamientos mediante la creación
de expectativas, entre otros hechos.
De
modo general la diferencia fundamental entre información y comunicación reside en la respuesta del interlocutor (feedback), mientras que la información no precisa feedback, la comunicación
para poder seguir
estableciéndose, sí. Concretando más las definiciones se puede decir que la comunicación busca modificar comportamientos, actitudes, representaciones o conocimientos de los interlocutores o mover a otras personas a hacer algo que no harían espontáneamente. Comunicar es transferir información de una persona a otra sin tener en
cuenta si despierta o no confianza.
Los
procesos de comunicación
por su parte, son herramientas sociales
que permiten la interacción humana, a saber: mantener un mínimo de interdependencia entre distintos
elementos, individuos, grupos sociales y la comunidad en general.
1.3. Elementos de la comunicación. La comunicación para que tenga sentido
y lleve el mensaje
completo a las
personas que la están recibiendo, debe
tener como mínimo los elementos que se indican
en la figura No.
4. En ella se discrimina los componentes que se involucran en el acto de la comunicación.
Las
funciones de cada uno de los componentes del Proceso Comunicativo según el modelo dialógico10 y que permiten comprender mejor cómo se realiza la comunicación lingüística, se hace indispensable identificar primero cuáles son los elementos que intervienen
en ella. En principio, podemos distinguir cuatro elementos fundamentales: emisor, destinatario, enunciado y contexto.
El
emisor designa al sujeto que produce intencionalmente un enunciado lingüístico, oral o escrito, en un momento
dado. Dicho de otra manera, el emisor es el hablante que con un fin específico
hace uso de las palabras en un determinado
momento, con el propósito de emitir un mensaje. Es importante destacar
que toda comunicación humana tiene una intención o una finalidad.
El
destinatario es la persona o las personas a las que el emisor
dirige el enunciado y con las que normalmente suele intercambiar su papel en una comunicación de tipo dialogante. El destinatario no es un simple oyente, un sujeto
pasivo y mudo, sino aquel elemento que actúa interpretando el enunciado que le ha dirigido el emisor.
Mediante la interpretación, el destinatario reconoce la intención del emisor. El enunciado es la expresión
lingüística que produce el emisor. Finalmente, el contexto o entorno es el conjunto
de circunstancias y conocimientos
necesarios para comprender el significado
y la intención de los enunciados.
En
el diagrama que se muestra en la figura No. 5, se puede apreciar
con más detalle los hechos
que permiten comprender mejor como funciona
en la práctica el Proceso
Comunicativo Dialógico.
Para
comprender mejor cómo se realiza la comunicación lingüística, es indispensable identificar primero cuáles
son los elementos que intervienen
en ella. En principio, podemos distinguir cuatro elementos fundamentales: emisor, receptor, enunciado y
contexto.
El
emisor designa al sujeto que produce intencionalmente un enunciado lingüístico, oral o escrito, en un momento
dado. Dicho de otra manera, el emisor es el hablante que con un fin específico
hace uso de las palabras en un determinado
momento, con el propósito de emitir un mensaje. Es importante destacar
que toda comunicación humana tiene una intención o una finalidad.
El receptor es la persona o las personas a las que el emisor dirige el enunciado y con las que normalmente
suele intercambiar su papel en una comunicación de tipo dialogante.
El receptor no es un simple oyente, un sujeto pasivo
y mudo, sino aquel elemento
que actúa interpretando el
enunciado que le ha dirigido el
emisor.
Mediante la interpretación, el receptor
reconoce la intención del emisor y el enunciado es la expresión lingüística que produce el emisor. Finalmente, el contexto
o entorno es el conjunto
de circunstancias y conocimientos necesarios para comprender el significado y la intención de los enunciados.
A todos estos elementos que se consideran muy importantes en el proceso de la comunicación se le debe agregar un término que se ha identificado en los últimos tiempos y que de alguna manera altera el flujo normal de la comunicación o distorsiona la misma. Este hecho aparece cuando tenemos presente en el proceso comunicativo EL RUIDO o LA INTERFERENCIA y la
REDUNDANCIA que produce el medio ambiente, la persona o las personas que emiten
o reciben el mensaje.
Ahora bien, la comunicación humana
se da en términos de los elementos que se muestran
en la figura No.5, pero
la
interrelación que existe entre ellos
y cuáles son los aspectos que se involucran de una manera
directa se pueden apreciar en la figura No. 6. Esta interacción entre los elementos
de la comunicación es lo que hoy se llama el Proceso Comunicacional.
Finalmente, en la figura
No. 7 se puede apreciar la dinámica
que tiene el Proceso Comunicacional y los elementos que en el
intervienen para que finalmente se produzca la comunicación.
En
este punto cabe recordar que el funcionamiento
de
las sociedades humanas es posible gracias a la comunicación. Esta consiste en el intercambio de mensajes
entre los individuos. Desde
un punto de vista técnico
se entiende por comunicación el hecho
que un determinado mensaje originado en el punto (A) llegue a otro
punto determinado (B), distante del anterior en el espacio o en el tiempo. La comunicación implica
la transmisión
de
una determinada información. La información
como la comunicación supone un proceso
denominado Proceso
Comunicacional.
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